Parálisis Cerebral – Encelopatía Crónica no Evolutiva

Es la discapacidad motora que afecta en la niñez, al cerebro y los músculos.

Los niños con esta enfermedad tendrán varios problemas que afectan el movimiento, y a diferencia de otras enfermedades, el problema no está en los músculos, sino que el daño proviene del cerebro.

Muchos niños con parálisis cerebral tienen además de los problemas musculares otras afecciones como convulsiones, discapacidad intelectual, problemas para alimentarse, problemas del habla y problemas articulares.

SÍNTOMAS

Se caracteriza por una serie de síntomas que van desde leves hasta debilitantes, dentro de los cuales podemos tener falta de control muscular, coordinación disminuida, dificultad para hablar con claridad, déficits cognitivos, problemas para masticar y tragar, entre otros.

Síntomas Frecuentes

Debilidad

La parálisis cerebral se manifiesta más comúnmente como una falta de control deliberado de algunos músculos del cuerpo. Los primeros síntomas pueden comenzar en la primera infancia. Un bebe pequeño puede moverse menos de lo esperado o una postura inusual de algún miembro del cuerpo.

Algunos niños no pueden sostenerse mientras están sentados debido a la falta de fuerza y ​​control de los músculos.

Disminución de la capacidad o incapacidad para caminar

A veces, los niños que tienen parálisis cerebral no gatean ni caminan tan bien como deberían para su edad. Algunos niños no pueden caminar ni gatear en absoluto, y algunos tienen una pierna o un pie que arrastra. También pueden mantener una posición inusual cuando caminan.

Disminución de la capacidad o incapacidad para usar manos y pies

La parálisis cerebral puede afectar el movimiento de los brazos o las manos en uno o ambos lados, lo que dificulta que los niños sostengan o carguen objetos o aprendan a hacer cosas que requieren una coordinación motora fina, como escribir.

Discapacidad del aprendizaje

Muchos pero no todos los niños que tienen parálisis cerebral tienen retrasos en el aprendizaje, discapacidades de aprendizaje o déficits cognitivos. Los problemas específicos pueden incluir un aprendizaje lento, un coeficiente intelectual inferior al promedio o déficits en las habilidades verbales.

Problemas en la deglución

Cuando la parálisis cerebral causa debilidad en los músculos de la cara, la boca o la garganta, esto puede provocar problemas para masticar, tragar o hablar. Algunos niños y adultos con parálisis cerebral pueden babear mientras comen o descansan.

Habla arrastrada o habla espástica

Los patrones del habla de las personas con parálisis cerebral pueden ser confusos o espásticos, caracterizados por un patrón irregular de habla esporádicamente rápida, lenta, tranquila o fuerte que puede ser difícil de entender.  Esto ocurre como resultado de la disminución de la fuerza muscular combinada con la disminución de la coordinación que afecta a algunos niños.

Falta de control de la vejiga o el intestino

Los problemas de control de los intestinos y la vejiga pueden incluir retención (incapacidad para ir cuando quiere) o incontinencia (pérdida de control cuando no quiere) o una combinación de ambos.

Convulsiones

Alrededor del 30% de las personas con parálisis cerebral experimentan convulsiones y, en general, cuanto más grave es la parálisis cerebral.

Déficits visuales y problemas oculares

La disminución de la agudeza visual en uno o ambos ojos pueden afectar a algunas personas que tienen parálisis cerebral.

Temblores y tics

Algunos niños con parálisis cerebral pueden experimentar temblores en la cara, el brazo u otras partes del cuerpo mientras descansan o cuando intentan moverse.

Déficits sensoriales

Este síntoma, puede interferir con el movimiento motor normal y también puede contribuir a las lesiones si no siente las sensaciones dolorosas que debería.

Síntomas psiquiátricos

A veces, las personas que tienen parálisis cerebral pueden desarrollar síntomas de agitación, agresión, ansiedad o alucinaciones.

Complicaciones

Con el tiempo, existen varias complicaciones que pueden ocurrir como resultado de los síntomas prolongados de la parálisis cerebral.

Espasticidad y rigidez muscular

Cuando la debilidad motora tiene sus raíces en condiciones que se originan en el cerebro de una persona, como la parálisis cerebral, los músculos afectados pueden eventualmente volverse rígidos, espásticos, o pueden desarrollar contracturas. Esto puede resultar en una mayor dificultad con el movimiento y la coordinación muscular y puede causar dolor en los brazos o piernas afectados.

Atrofia

La atrofia, también puede desarrollarse si tiene parálisis cerebral. La condición generalmente se acompaña de una disminución del tono muscular, que se manifiesta como un ablandamiento o adelgazamiento del músculo.

Asfixia

La dificultad para tragar alimentos, bebidas y saliva puede provocar asfixia, tos o arcadas mientras come, bebe o descansa.

Úlceras por presión

Sentarse o acostarse durante mucho tiempo sin poder ajustar su posición o mover su cuerpo con regularidad puede producir presión en algunas áreas del cuerpo, causando eventualmente abrasiones en la piel que pueden infectarse.

Infecciones de la vejiga

La retención urinaria puede provocar infecciones de la vejiga debido a la acumulación de bacterias en la vejiga cuando no se vacía regularmente.

CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

La parálisis cerebral se define como un daño congénito (presente al nacer o poco después del nacimiento) o problemas de desarrollo del cerebro que conducen a un déficit de habilidades motoras. Puede haber problemas cognitivos acompañantes. 

No está completamente claro por qué algunos niños que experimentan estos eventos desarrollan parálisis cerebral y otros no. 

Se encuentra que las anomalías congénitas del sistema nervioso central son más comunes en pacientes con parálisis cerebral. Algunas áreas del cerebro pueden ser más grandes o más pequeñas que el promedio o tener un contorno inusual. 

Cuando un bebé en desarrollo o un bebé recién nacido sufre de falta de oxígeno, incluso por un breve período de tiempo, esto puede causar daño permanente al cerebro del bebé en crecimiento. La hipoxia puede ocurrir debido a una variedad de situaciones, como trauma materno, enfermedad materna grave y crisis durante el trabajo de parto y el parto, o por causas desconocidas. 

La pérdida de sangre material o la privación de oxígeno experimentada como resultado de un traumatismo puede hacer que el bebé en desarrollo sufra hipoxia. Los efectos físicos del impacto traumático también pueden dañar al bebé de maneras que conducen o contribuyen a la parálisis cerebral.

Un bebé en desarrollo o un bebé recién nacido puede tener un derrame cerebral, lo que resulta en déficits motores o cognitivos permanentes característicos de la parálisis cerebral. La causa del accidente cerebrovascular puede ser desconocida o puede estar relacionada con una enfermedad materna o problemas de coagulación de la sangre.

El bajo peso al nacer se ha asociado con parálisis cerebral, tienen un mayor riesgo de parálisis cerebral que los bebés que pesan más.

Los bebés que nacen prematuramente, tienen una mayor probabilidad de tener parálisis cerebral.

TRATAMIENTO

La parálisis cerebral no se puede curar, pero algunos de los síntomas se pueden controlar y la mayoría de las complicaciones de salud se pueden prevenir con una planificación anticipada. La calidad de vida de los niños y adultos con parálisis cerebral puede mejorarse sustancialmente con las intervenciones médicas adecuadas y una cuidadosa atención domiciliaria.

Las sesiones con profesionales es una forma eficaz de maximizar el control motor y prevenir las contracturas musculares, ya que la rigidez que es muy común, limita el control motor y el movimiento.

Desarrollar fuerza y ​​coordinación a través de sesiones cuidadosamente diseñadas puede evitar que los músculos se debiliten.

Realizar giros o cambios de la postura de manera frecuente sirve para evitar complicaciones como úlceras por decúbito, coágulos de sangre e infecciones.

Es muy importante mantener una nutrición adecuada para asegurarse de obtener suficientes calorías, vitaminas y minerales mientras se evitan los alimentos poco saludables para prevenir enfermedades.

Comer de manera segura es una de las habilidades en las que las personas con parálisis cerebral pueden tener deficiencias. Los problemas para masticar y tragar pueden causar episodios peligrosos de asfixia e infecciones pulmonares. Trabajar con un profesional para practicar técnicas que desarrollen la capacidad de controlar la masticación y la deglución puede optimizar estas habilidades para una alimentación más segura.

En algunos casos, dispositivos como férulas y aparatos ortopédicos prescritos por un profesional pueden ayudar a lograr una serie de resultados deseables.

  • Prevención de caídas y lesiones.
  • Prevención de contracturas.
  • Control muscular.
  • Mejorar las habilidades motoras.

Muy Importante:
Ante la menor duda, inquietud o síntoma, consulte siempre a su médico de cabecera o a un profesional de la salud. Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento, ejercicio o toma de medicación es indispensable que cuente con el asesoramiento profesional y los estudios correspondientes.
El contenido de las notas que difundimos es de temas genéricos y a modo de divulgación científica y prevención.