TUBERCULOSIS

Es una enfermedad contagiosa transmitida por el aire causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que crece y se divide dentro de las células. La infección, que comienza en los pulmones, provoca nódulos conocidos como tubérculos o focos de Ghon, que son manchas que deja el tejido infectado muerto. Con el tiempo, la enfermedad puede propagarse a otras áreas del pulmón y áreas más grandes de tejido pulmonar pueden morir, lo que provoca caries. Las bacterias también pueden propagarse a otros órganos, incluidos los riñones, el cerebro y la columna vertebral.

Causas de la tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad que se transmite por el aire y que se propaga principalmente a través de gotitas que se liberan al aire cuando una persona contagiosa tose, escupe o estornuda. El riesgo de infección es mayor para quienes pasan largos períodos de tiempo en entornos cerrados con personas infectadas.

Las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren un riesgo especial de contraer tuberculosis. Entre ellos se encuentran los niños, los ancianos, las personas con enfermedades o afecciones inmunodepresoras (como el VIH), las que toman medicamentos inmunosupresores y las personas que reciben tratamiento contra el cáncer.

Diagnóstico

La prueba más utilizada es la prueba de liberación de interferón gamma (IGRA), un análisis de sangre que mide la reactividad inmunitaria de una persona.

Es una infección bacteriana que se puede prevenir.

Síntomas

Cuando una persona sana se infecta con tuberculosis, las células de su sistema inmunitario normalmente bloquean la infección y hacen que las bacterias de la tuberculosis pasen a una forma inactiva que no provoca síntomas y no es contagiosa; esto se conoce como infección de tuberculosis latente. Es posible vivir con tuberculosis latente sin desarrollar nunca la forma activa de la enfermedad.

Sin embargo, si el sistema inmunitario está debilitado, la infección puede activarse y causar síntomas y una enfermedad contagiosa. Entre el 5% y el 10% de las personas infectadas que no reciben tratamiento para la infección de tuberculosis latente desarrollarán la enfermedad en algún momento de sus vidas.

Síntomas frecuentes

  • Una tos que dura mas de tres semanas.
  • Una tos que produce esputo (flema) verde o amarillo que también puede estar veteado de sangre.
  • Dificultad para respirar o dolor en el pecho.
  • Fatiga.
  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Sudores nocturnos.
  • Fiebre.

 

Síntomas raros

En ocasiones, la tuberculosis activa se propaga más allá de los pulmones y llega a los ganglios linfáticos, los riñones, los huesos, el cerebro, la cavidad abdominal, la membrana que rodea el corazón (pericardio), las articulaciones (especialmente las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas) y los órganos reproductivos. Cuando esto sucede, se la conoce como tuberculosis extrapulmonar.

Los síntomas de la tuberculosis extrapulmonar dependen del área afectada y pueden incluir:

 

  • Los ganglios linfaticos.
  • Riñones.
  • Cerebro.
  • Pericardio.
  • Genitales.

Precauciones para reducir la exposición y transmisión de la tuberculosis.

•Si vive o viaja a un área con mayor riesgo de exposición, hay medidas que puede tomar para protegerse. .

•Antes de su viaje, es posible que le sugiera que se haga una prueba cutánea de tuberculosis. Cuando regrese de su viaje, repita la prueba cutánea entre ocho y diez semanas después de regresar a casa.

•Las personas que trabajan en entornos médicos tienen un mayor riesgo de exposición a la tuberculosis. Los hospitales y centros médicos pueden reducir el riesgo implementando políticas de control de infecciones y siguiendo las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

•Unas sencillas medidas de higiene pueden ayudar a prevenir la propagación de la tuberculosis.

•Las personas con tuberculosis activa deben toser o estornudar en pañuelos desechables para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad.

•El lavado de manos es importante para las personas con tuberculosis y cualquier persona que entre en contacto cercano con ellas.

 

Tratamiento

La tuberculosis se trata con antibióticos. El tratamiento suele consistir en seis a ocho semanas de una combinación de cuatro fármacos, seguida de dos de los medicamentos durante 18 semanas, con una duración total de seis a nueve meses. El tratamiento exacto que se le recete depende de su caso y de su estado general de salud.

Es muy importante seguir las instrucciones de su médico para el tratamiento de la tuberculosis, incluso después de que los síntomas desaparezcan. Es necesario completar el tratamiento con antibióticos para eliminar todas las bacterias de la tuberculosis. Si no se completa el tratamiento completo, el tratamiento puede resultar ineficaz, la enfermedad puede durar más tiempo y la tuberculosis puede volverse resistente a los antibióticos, cuyas opciones de tratamiento son menos eficaces y tienen más efectos secundarios que los medicamentos de primera línea.

Si recibe un diagnóstico positivo de tuberculosis activa, se le indicará que no asista al trabajo ni a la escuela hasta que se determine que ya no es contagioso (generalmente, entre dos y tres semanas después de comenzar el tratamiento, pero esto puede demorar hasta seis semanas). Hasta entonces, manténgase alejado de las personas con las que tiene contacto habitual. Recuerde toser en un pañuelo desechable y desecharlo en una bolsa sellada.

Muy Importante:
Ante la menor duda, inquietud o síntoma, consulte siempre a su médico de cabecera o a un profesional de la salud. Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento, ejercicio o toma de medicación es indispensable que cuente con el asesoramiento profesional y los estudios correspondientes.
El contenido de las notas que difundimos es de temas genéricos y a modo de divulgación científica y prevención.